Artículo publicado en la Vanguardia el miércoles 4 de marzo de 2015
A la hora de elaborar un plan de tratamiento para un paciente con Síndrome Disfunción Temporomandibular y de tratamiento de Dolor Orofacial, éste debe empezar por un exhaustivo estudio de su estado mandibular, craneal, y cervical, además de la salud general del paciente.
En este estudio podrían estar incluidos los análisis de sangre, las radiografías e, incluso, las resonancias magnéticas.
Para tratar este síndrome de la forma más eficaz posible es necesaria la colaboración entre varios especialistas (equipo multidisciplinario), pues, raramente con un solo tipo de tratamiento será posible solucionar esta patología.
El trabajo de forma coordinada de odontólogos, fisioterapeutas, neurólogos, psicólogos u otorrinos, entre otros, es indispensable para conseguir los resultados deseados y ofrecer al paciente un tratamiento individualizado y eficaz.
Algunos de los tratamientos que ofrecemos del Síndrome Disfunción Temporomandibular
En el Instituto Craneomandibular ofrecemos a nuestros pacientes los mejores tratamientos, contando siempre con los últimos avances y con un equipo de profesionales de reconocido prestigio nacional e internacional. Formamos uno de los grupos con más experiencia y formación a nivel nacional en el campo de los trastornos de la articulación temporomandibular y el dolor orofacial.
Algunos de los tratamientos del Síndrome Disfunción Temporomandibular que ofrecemos en nuestro centro Instituto Craneomandibular son los siguientes:
Férulas de descarga. La férula de descarga, también llamada férula mio-relajante, es un dispositivo de material acrílico que el paciente se coloca sobre los dientes superiores o inferiores (ocasionalmente ambos) principalmente durante el sueño (aunque también en algunos casos se puede utilizar cuando el paciente está despierto). La férula de descarga es un dispositivo muy útil siempre que se diseñe de la forma adecuada y a medida de cada paciente y su disfunción de ATM.
Una férula mal diseñada puede empeorar con enorme facilidad y de forma muy severa la disfunción articulación temporomandibular de ATM del paciente.
Fisioterapia del ATM. Es de gran utilidad para los pacientes con Síndrome Disfunción Temporomandibular. No obstante, las particularidades del tratamiento exigen que solo lo realicen profesionales con experiencia y altamente cualificado, pues, de no ser así, una fisioterapia inadecuada puede provocar un empeoramiento del paciente.
Infiltraciones con factores de crecimiento. Sustancias regeneradoras de las articulaciones como el Plasma Rico en Factores de Crecimiento suponen un avance revolucionario para los pacientes con Síndrome Disfunción Articulación Temporomandibular o con Dolor Orofacial. La toxina botulínica ocasionalmente también se puede utilizar para el tratamiento del dolor orofacial, dependiendo del tipo de patología.
Técnicas de control de la tensión mandibular. El dispositivo de bio-feedback mandibular permite al paciente aprender técnicas de relajación, muy importantes para ayudar a la recuperación de los músculos y articulaciones de la mandíbula.
Rehabilitación de la oclusión. Debido a que la maloclusión puede contribuir al desarrollo de un Síndrome Disfunción Articulación Temporomandibular, puede ser necesaria en algunas oclusiones una rehabilitación oclusal para corregirla.
Farmacoterapia. Las medicaciones recetadas por profesionales cualificados y experimentados pueden ayudar al paciente a controlar sus molestias. Se trata de un tratamiento personalizado que se llevará a cabo en algunas ocasiones mediante un análisis genético que identifique la medicación y la dosis más adecuada para cada paciente, aumentando de esta forma la seguridad del tratamiento.
Cirugía del ATM. El uso de la cirugía será el último recurso para tratar el Síndrome Disfunción Articulación Temporomandibular. Siempre que se diagnostique a tiempo y se trate adecuadamente, no será necesaria la intervención quirúrgica. En el caso de que no responda ningún tratamiento conservador, de los mencionados anteriormente, sí que está indicado recurrir a la cirugía. En este punto hay que volver a insistir en la importancia de que la intervención la realice personal cualificado, pues, de no ser así, las secuelas en el funcionamiento mandibular pueden ser irreversibles.