El bruxismo, se considera actualmente como un comportamiento que se presenta en un gran número de personas en todo el mundo, es un término que quizás no sea tan conocido como debería. Se trata de un comportamiento involuntario en el que aprietas, rechinas los dientes o mantienes una posición fija de tu mandíbula, incluso sin que haya contacto dentario. Este fenómeno puede ocurrir tanto mientras duermes, lo que se conoce como bruxismo de sueño, como cuando estás despierto, denominado bruxismo de vigilia.
Puede que te preguntes, ¿Qué es exactamente el bruxismo? La respuesta es bastante sencilla. Imagina que, sin darte cuenta, durante la noche o incluso durante el día, tus dientes contactan, con una fuerza variable, o incluso a rechinan o a mantentien en una tensión constante en tu mandíbula. Esta acción puede pasar desapercibida para la persona que la está experimentando, ya que, en muchos casos, ocurre durante el sueño, aunque algunas veces es evidenciada por el compañero de sueño. Sin embargo, algunas personas también tienden a apretar o rechinar sus dientes cuando están despiertas, especialmente si están pasando por períodos de estrés o ansiedad, entre otros factores.
Lo que no es tan sencillo de explicar es el origen del bruxismo, ya que tiene que ver con una serie de actividades que ocurren en el sistema nervioso central. Actualmente la causa del bruxismo se entiende como multifactorial, lo que significa que puede ser causado por una combinación de diferentes razones. Algunas de las causas más comunes incluyen:
- Estrés y ansiedad: El estrés emocional y la ansiedad son dos de las principales causas del bruxismo. Las tensiones acumuladas durante el día a veces se liberan apretando los dientes por la noche. La mente y el cuerpo están interconectados, y el bruxismo puede ser una forma de expresar la tensión acumulada.
- Problemas de sueño: El bruxismo a menudo está relacionado con trastornos del sueño, como el insomnio o la apnea del sueño (ronquidos). En este último caso el bruxismo intenta disminuir la obstrucción de la vía aérea superior para ayudarnos a respirar mejor.
- Sustancias: El consumo excesivo de cafeína, alcohol o el tabaco también puede aumentar el riesgo de bruxismo. Estas sustancias pueden influir en la calidad del sueño y aumentar la probabilidad de que ocurra el bruxismo.
- Genética: En algunos casos, la predisposición genética puede influir en la probabilidad de tener bruxismo. Si tienes familiares que han experimentado esta condición, es posible que tengas un mayor riesgo de desarrollarla.
- Medicamentos: Algunos medicamentos psicotrópicos, estimulantes o antidepresivos pueden causar bruxismo como efecto secundario. Por lo tanto, si estás tomando este tipo de medicamentos, es importante hablar con tu médico o dentista sobre los posibles efectos secundarios.
Las consecuencias del bruxismo pueden variar de una persona a otra, pero los más conocidos suelen incluir:
- Dolor facial: El apretamiento de los dientes puede ser un factor de riesgo para desarrollar dolor en la mandíbula, la cara y el cuello. Esto puede ser especialmente incómodo y afectar la calidad de vida de la persona que lo experimenta.
- Dolores de cabeza: El bruxismo está frecuentemente relacionado con dolores de cabeza, especialmente en la zona de las sienes. Estos dolores de cabeza pueden ser persistentes y afectar la capacidad de concentración y el bienestar general.
- Desgaste dental: El bruxismo puede hacer que tus dientes se desgasten más rápido de lo normal. Esto puede provocar fracturas dentales o incluso la pérdida de dientes con el tiempo.
- Sensibilidad dental: El esmalte dental dañado debido al bruxismo puede causar sensibilidad dental, lo que significa que experimentarás dolor o molestias al consumir alimentos y bebidas a temperaturas extremas, como alimentos y bebidas frías o calientes.
Si crees que puedes estar experimentando bruxismo, es fundamental que busques un especialista. Identificar la causa de este comportamiento involuntario es el primer paso para abordar y tratar el problema de manera efectiva, no basta solo con tratar las consecuencias. Tu dentista te realizará un examen dental y podría recomendarte llevar a cabo un seguimiento más detallado.
Además de tratar las consecuencias del bruxismo, es igualmente importante abordar las causas subyacentes de este problema. Si el estrés y la ansiedad son factores contribuyentes, tu dentista o médico podría recomendarte técnicas de relajación, terapia cognitivo-conductual u otras estrategias para reducir la ansiedad. En algunos casos, puede ser necesario consultar a un especialista en sueño para tratar trastornos del sueño subyacentes que contribuyan al bruxismo, como la apnea obstructiva y de esta manera disminuir el apretamiento o rechinamiento.
La prevención y el manejo temprano del bruxismo son esenciales para mantener una salud bucal óptima.
Aquí tienes algunas recomendaciones que pueden ayudarte a prevenir o reducir el impacto del bruxismo:
- Busca la causa: La apnea del sueño, el insomnio y el reflujo gastroesofágico, son causas de bruxismo, detectando y tratando estas condiciones, se puede reducir la intensidad y frecuencia del bruxismo.
- Reduce el estrés: Aprende técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, para reducir el estrés y la ansiedad en tu vida diaria. Esto puede contribuir en gran medida a controlar el bruxismo.
- Evita el consumo excesivo de sustancias estimulantes: Limita la ingesta de cafeína, alcohol y tabaco, ya que estos pueden aumentar el riesgo de bruxismo.
- Mantén una rutina de sueño regular: Establece un horario de sueño consistente y crea un ambiente propicio para el descanso en tu dormitorio.
- Utiliza una férula: El uso de una férula puede ayudar a reducir el desgaste dental provocado por el contacto diente-diente. Pero no es la solución del problema.
- Considera terapia cognitivo-conductual: Si el bruxismo está relacionado con el estrés o la ansiedad, la terapia cognitivo-conductual puede ser una herramienta eficaz. Esta terapia te ayuda a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento que puedan contribuir al bruxismo.
En resumen, el bruxismo es una condición más común de lo que se podría pensar, y su impacto en la salud bucal puede ser significativo si no se aborda adecuadamente. La clave está en la prevención y en el manejo temprano.
Si crees que podrías estar experimentando bruxismo, no dudes en hablar con tu dentista o médico. Identificar la causa subyacente y tomar medidas preventivas puede marcar la diferencia en tu salud bucal a largo plazo.
En el Instituto Craneomandibular nos especializamos en este tipo de comportamientos y las consecuencias que puede generar. Si tienes preguntas al respecto no dudes en pedir una cita con nosotros!